miércoles, 24 de octubre de 2012

El PIF en gatos, muy rara pero fatal enfermedad

 
 
La PIF es la más mortífera infección para los gatos, ya que no cuenta con una vacuna segura ni tampoco un diagnóstico fiable y, sobre todo, tampoco tiene cura. Una vez detectada, la expectativa de vida restante del gato baja hacia 2 años nomás.

La Peritonitis Infecciosa Felina (PIF) resulta de una las decenas de variantes del Coronavirus. La presencia de este virus en los gatos, por si misma, es una condición benigna, la cual no suele causar síntomas y acaba siendo eficazmente combatida por el sistema inmunitario del gato. De hecho, la grande parte de los amos de gatos acaba por ni saber que su gato estuvo infectado por el virus. En 1 a 3% de los casos de infección, sin embargo, ocurre una degeneración del Coronavirus hacia una variante inmunomediada que casi siempre resulta fatal.


PIF y el sistema inmunitario


El desarrollo de la PIF está dependiente del estado en el que se encuentra el sistema inmunitario del gato. Esta infección suele manifestarse en los gatos con un sistema inmunitario más débil: aún poco desarrollado en los cachorros y jóvenes (hasta los 2 años de edad), más flojo en los más viejos (con 14 o más años) y debilitado en gatos adultos, normalmente debido al estrés.

Los gatos que padezcan ya de otra enfermedad que les afecta el sistema inmunitario, como es la leucemia felina (FeLV) o la sida felina (FIV), están naturalmente más vulnerables al desarrollo de la PIF. Irónicamente y al contrario de lo que se pueda pensar, un sistema inmunitario combativo no apaciguará la progresión de la enfermedad, sino que, al revés, estimulará su aceleración cuando se trate efectivamente de un caso de PIF.


Portadores de PIF


Ni todos los gatos que portan el Coronavirus desarrollan síntomas de PIF. Esta enfermedad puede llegar a ocurrir tan solo después de meses o años que el gato haya sido infectado. Durante ese tiempo, es posible que contamine a otros gatos con los que tenga contacto.

El grupo de gatos en riesgo de ser infectados son los que tienen contacto con gatos callejeros o que comparten la casa con otros felinos. Estar en contacto con gatos callejeros no es el mismo que paseárselos, pero son, de hecho, los gatos que viven solos y que raramente salen de casa los que tienen el menor riesgo de coger esta enfermedad.



Tipos de PIF


Hay dos tipos de PIF: la Efusiva o Húmeda y la No Efusiva o Seca. Las dos pueden originar pérdida de peso, diarrea y letargia. La PIF es, en realidad, una inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis) y no del peritoneo.

PIF Seca o No Efusiva

Esta es una variedad crónica de la enfermedad y, cuando no sea tratada, podrá desarrollarse hacia la variedad húmeda de PIF. Es más difícil de diagnosticársela, ya que los síntomas presentados no son exclusivos de esta condición.

Síntomas – Ocurren lesiones por todo el cuerpo del felino y los demás síntomas varían de acuerdo con los órganos afectados (por ejemplo, los riñones o el hígado). Muchos de los gatos afectados desarrollan infecciones oculares y/o problemas neurológicos, como parálisis o ataques. Los gatos afectados por la PIF Seca están también sujetos a sufrir de ictericia, obteniendo un tono de piel amarillo, más visible en la nariz.

PIF Húmeda o Efusiva

Esta es la variante más grave de la enfermedad porque agrega los síntomas de la PIF Seca a la acumulación de fluidos que resulta de la damnificación de los vasos sanguíneos.

Síntomas – Entre 60 a 70% (mayoría) de los casos envuelven acumulación de fluidos en parte del cuerpo, más frecuentemente en el abdomen, originando un hinchazón en la zona abdominal del felino. El mismo puede también ocurrir en la caja torácica, pudiendo resultar en problemas respiratorios adicionales.


Diagnóstico


La detección de la PIF no es así tan fácil como puede parecer al inicio. Los síntomas presentados son idénticos a los de otras enfermedades y, además, no hay todavía un método fiable de detección que nunca emita un falso positivo o falso negativo (gatos que se piensa estar infectados y, en realidad, no están y el contrario).

Métodos de diagnosticar la PIF

Teste del Coronavirus – este teste hace la prueba a la existencia de anticuerpos del coronavirus en el organismo del gato. No obstante, la presencia de anticuerpos puede deberse a una cualquier variedad del virus que no sea PIF. Los anticuerpos suelen también permanecer allí después de que haya desaparecido el virus, siendo que el gato ha estado infectado por el coronavirus pero no lo está ahora.
Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) – esta es una manera de se detectar más específicamente la presencia de PIF, pero pueden ocurrir falsos positivos, ya que la presencia del virus ni siempre es un sinónimo de enfermedad efectiva.
Análisis al fluido abdominal/torácico / Rayos X – solamente indicado para la detección de casos de PIF Húmeda.
Análisis a las células del hígado o de los riñones – se hace a través de aspiración y con anestesia local. Puede ser útil también en la detección de otras enfermedades.
Biopsia – es la única manera realmente eficaz de se detectar la existencia de PIF. Sin embargo, es un grande riesgo someter un animal debilitado a una operación para cogerse muestras de un órgano. Muchos de los diagnósticos de PIF solo se confirman tras la muerte del animal durante la biopsia.
Combinación de análisis a la sangre – aunque tampoco sea 100% fiable, esta es, de hecho, la forma más útil de se obtener resultados lo más verdaderos posibles. Con este método, se puede hacer varias combinaciones de valores, como por ejemplo: un bajo número de glóbulos blancos, elevados valores de globulina y un resultado positivo a la presencia de anticuerpos del coronavirus son, generalmente, factores suficientes para casi se asegurar de que se trata de un caso de PIF.


Tratamiento


Desafortunadamente, no existe todavía un tratamiento eficaz contra la PIF. Los gatos reciben medicación con el objetivo de se les aliviar o eliminar algunos de los síntomas, pero una cura definitiva no se ha encontrado todavía para esta enfermedad.


Eutanasia


Cuando se manifiesten los síntomas y haya un diagnóstico muy sólido de PIF, la eutanasia es algo casi inevitable. El tratamiento puede resultar en un alivio temporario de los síntomas, pero igual la enfermedad sigue progresando y ganando terreno. Hay gatos que logran recuperar y sobrevivir pero esos son raros y la excepción a la regla. Sin embargo, certifícate de que se trata seguramente de un caso de PIF antes de elegir esta solución, ya que ni todos los coronavirus implican el diagnóstico de PIF, tal como hemos ya mencionado.


Prevención


Todavía no se sabe claramente como es transmitido el coronavirus entre los gatos, pero sí se sabe que el virus logra sobrevivir por 3 semanas a temperatura ambiente y que las secreciones felinas son un importante foco de infección. Se cree que los principales medios de transmisión son la ingestión de heces y los estornudos.

Se ha hecho alguna controversia en torno de los gatos positivamente diagnosticados con PIF que comparten casa con otros. Se recomienda generalmente el aislamiento del gato infectado de manera a evitar la propagación de la enfermedad hacia los demás. Por otro lado, la situación de aislamiento estresa el gato y luego acelera el progreso de la enfermedad. Sin una manera segura de se detectar la presencia de PIF en los otros gatos que comparten la casa, es posible que estén ya también infectados.

Si se los mantienes todos juntos, por supuesto es altamente probable que todos acaben desarrollando la enfermedad y teniendo el mismo destino, o sea, la eutanasia o muerte. Infórmate junto del veterinario sobre la mejor manera de gestionar y combatir la propagación de la PIF.

La PIF no se transmite a los humanos ni tampoco a otros animales no felinos, aunque también se pueda encontrar el coronavirus en humanos, así que no es necesario ni tampoco indicado que aísles el gato infectado de los humanos y de otros animales como perros.

La higiene es la más importante arma contra la PIF: el Coronavirus está presente en las heces de los gatos y, por esa razón, la caja de arena deberá ser limpia y cambiada a diario. Un desinfectante común será el suficiente para eliminar el virus. Certifícate, además, de que el gato se siente bien a casa junto de la familia. Gatos estresados están, evidentemente, más susceptibles a la PIF y otras enfermedades.

Hay una vacuna en el mercado pero es todavía muy reciente y, como tal, no se ha comprobado todavía su real eficacia. Los estudios hechos tienen diferentes conclusiones, así que lo mejor es seguir las instrucciones del veterinario. Normalmente, se recomienda la toma de la vacuna únicamente a los gatos que van a vivir en una casa donde el virus ha estado presente o que van a estar en contacto con gatos callejeros.

Falsos Mitos de las Iguanas

 
Aunque las iguanas pueden durar hasta 20 años en cautiverio, muchas no logran vivir más que los primeros 6 meses de vida, y pocas sobreviven más de dos años como mascota. Existen dos razones que explican este escenario sombrío: la falta de información sobre el tratamiento adecuado del animal y la complejidad de los cuidados para mantener a un reptil. En muchos casos, estos animales son adquiridos de forma impulsiva en las tiendas, y sus compradores tampoco conocen las necesidades nutricionales y ambientales de las iguanas.
 
LOS FALSOS MITOSLa popularidad de la Iguana como mascota es cada vez más grande, pero las informaciones sobre como cuidar de este reptil todavía son escasas y muchas veces erradas. De hecho, la falta de información adecuada generó mitos y ideas vagadas que frecuentemente provocan la muerte de estos animales cuando criados en cautiverio.
Estas son algunas de las falsas ideas que conviene esclarecer:
 
- Las iguanas no poseen personalidad
La iguana demuestra tener un temperamento, por eso cada iguana se revela diferente y cada una de ellas tiene su propia forma de ser. Muchas de ellas tienen una personalidad muy marcada e incluso cambian de personalidad cuando cambian de amo. Y así como las otras mascotas, las iguanas son más vulnerables a enfermedades y problemas si viven en condiciones adversas que les provocan estrés. Además de un carácter, las iguanas también poseen inteligencia, y son capaces de aprender trucos, de ir hasta el WC, y encontrar el camino a casa cuando se pierden.
 
- Las iguanas son animales de fácil manutención
La iguana no se trata solamente de una mascota más. Alimentar una iguana no es igual que alimentar un perro o un gato, no se trata de abrir una latita de comida y esperar que la iguana se lance para comer. Estos animales necesitan una dieta variada de vegetales frescos y fruta, bien como de los suplementos vitamínicos que las mantienes sanas. De igual modo, la domesticación de una iguana requiere tiempo y paciencia. Una vez socializada, la iguana precisa de ejercicio regular, de atención y afectos. Es muy importante que su dueño interactúe con el animal diariamente para que los dos se entiendan y conozcan un mismo lenguaje corporal. Esta comunicación permite que el dueño detecte fácilmente cualquier problema o comportamiento anormal de su mascota.
 
- Las iguanas son buenos animales de compañía para niños
Por ser animales cuyo cuidado no es relativamente fácil, no son animales apropiados para niños, a pesar de que muchas de las compras son consecuencia de un capricho de algún niño. Cuidar una iguana es algo más difícil que pasear un perro o cambiar la caja de arena de un gato. Y aunque muchas iguanas son animales juguetones y tranquilos, todas poseen una boca poblada de dientes afilados, que no hesitan utilizar si se sientan amenazadas. Sin embargo, si la adopción del reptil, se lleva a cabo bajo la responsabilidad y control de un adulto, criar una iguana puede ser una buena forma de inculcar en nuestro hijo valores relativos al compromiso, el cuidado y la preocupación por los seres vivos. En este caso hay que prestar una particular atención a la domesticación de esta desde pequeña.
 
- Las iguanas sólo crecen la longitud del terrario que les alberga
La idea de que la iguana permanecerá para siempre pequeña si mantenida en un terrario de pequeñas dimensiones, es falsa. Una iguana crece muy rápidamente los primeros 5 años, y llega a alcanzar los dos metros si se la mantiene correctamente. Además, no existe ninguna especie de iguana enana. Es cierto que el tamaño del recipiente donde son albergados influencia los reptiles y los peces, pero no hasta el punto de frenar su crecimiento natural. El que pasa es que el metabolismo del animal se adapta a la falta de espacio, pero esto resulta en falta de ejercicio físico y consecuente atrofia muscular, problemas de movilidad y también con problemas de conducta.
 
- Las iguanas no necesitan ningún tipo de iluminación especial
De hecho, una iguana necesita realmente de exponerse a la luz. Estos reptiles deben tener acceso a la luz de las bombillas UVB y UVA especificas para reptiles, mediante fluorescentes y lámparas especiales. La luz natural del Sol sin filtrar es la mejor elección. El terrario debe ser amplio, con una estructura que permita al animal trepar y disfrutar de un ambiente con la temperatura ideal y la cantidad necesaria de luz. Así, tu iguana crecerá sana y vivirá más tiempo.
 
- Las iguanas comen comida de perros, de gatos e insectos
A las iguanas les gusta comer casi todo, pero no lo pueden hacer. Atención, está científicamente demostrado que todo alimento de origen animal causa severos daños en el organismo de las iguanas y una muerte prematura de éstas. El alimento animal tampoco es el indicado para estos reptiles. Una iguana debe ser alimentada con una dieta estrictamente vegetal, y una vez que estos reptiles comen todo que les proponen, el dueño tendrá que vigilar su comida para asegurarse de que su mascota disfrutará de una vida más sana, saludable y duradera.
 
- Las iguanas no necesitan de un veterinario
Un poco de lectura y practica no son la receta suficiente para criar una iguana. Encontrar un veterinario especializado en reptiles no es tarea fácil pero es el deber de alguien que adquiere una iguana. Las iguanas tienden a ser victimas de los parásitos y muchas veces es complicado identificar cual es la enfermedad de un reptil. El animal debe ser visto al menos una vez todos los 6 meses, para saber cómo se encuentra la iguana exteriormente, y pedir análisis de sangre y de heces que permitan monitorear la salud de la mascota.
 
 

jueves, 4 de octubre de 2012

Tips para evitar y parar una pelea de perros




Seguro que a muchos les ha pasado el verse envueltos en un pelea de perros y se han quedado como estatuas de sal sin saber reaccionar a la situación.
En primer lugar es bueno saber el motivo por el cual una pelea de perros se puede ocasionar, el denominador común es siempre la jerarquía de uno sobre el otro, luego hay que revisar la situación concreta la cual puede ser la que activa la pelea.
Existe alguna excepción donde la territorialidad o la posesión sean el desencadenante pero no es muy común que suceda en la calle, donde estamos en un terreno neutral, y normalmente a no ser que llevemos la pelota dificilmente haya motivos para enfrentarse a un perro.
Los perros antes de atacar avisan, les recomiendo leer este post sobre el lenguaje de los perros… para poder intuir y adelantarse a la situación de lucha.
Cuando ya esta la batalla en marcha normalmente si no tenemos sangre fría es cuando cometemos errores muy comunes como:
  • Gritar: Esto alienta a los perros a pelear
  • Castigar fisicamente: Pasa lo mismo que si gritamos les estamos animando y se ponene aun mas tensos
  • Tirar de la correa hacia atrás: Esto no sirve de nada dado que el perro en ese estado de tensión no nota ansolutamente nada
Estos son los tres más comunes, y todos vienen provocados por la histeria y el bloqueo en las personas. Grave error ya que no conseguimos detener la pelea.
Para evitar un pelea de perros, si estamos solos y podemos con el tamaño de los perros, la mejor solución de todas es levantarlos por el pellejo del pescuezo, no por el collar los ahorcariamos, por la piel del pescuezo, eso es lo que sus madres hacen para regañarlos, si los levantan del suelo se sentirán inseguros y pararán, puede que se enseñen los dientes, pero acabarán cansandose.
Si son los dos amos deberia cada uno hacer esta acción con su perro.
Nunca hay que soltarlos porque empezaria el segundo Round!!
Si los perros tienen un tamaño grande y se está solo… Tenemos que hilar muy fino y determinar quién de los dos es el más fuerte, para actuar sobre él… Detectado esto lo que debemos hacer es agarrarle las patas trasera y subirle el tren trasero, eso si ni se les ocurra soltarlo.
Si son dos la forma de actuar para separar esta pelea de perros, es mucho más sencilla, cada uno sube al suyo y cuando se hayan calmado cada uno por su lado.
Sabemos que la teoria es muy facil y que hay que verse en la situación para realmente actuar, pero por lo menos si se sabe la teoria ya tenemos un paso ganado para las peleas de perros que podamos sufrir, pero recuerden que si van por la calle de paseo siempre llevar a sus perros con correa por seguridad de ellos y de los demas.